martes, 21 de mayo de 2013

Bodas y kilitos

Bueno os sigo contando mi experiencia con el bodorrio...

Lo primero es que le voy a poner mi nombre en femenino a mi clienta, pues sino me veo que soy tan despistao que os suelto como se llama.

Mi Antonia, accedió a ponerse en manos de un médico como os conté para perder esos 5 kilillos y así verse la mar de mona (ya lo era, pero ella necesitaba saberlo o mejor dicho sentirlo) y además salió de ella salir a caminar por las mañanas una hora mientras paseaba a su perro con unas amigas de toda la vida.


Les comentó lo que iba a hacer para la boda de su hijo, que se había propuesto perder unos kilillos y por eso les pedía que salieran a andar por las mañanas y después nada de café con churros, que era lo habitual, sino que sería café con fruta o tostadita de tomate.

Las amigas encantadas pues se ponían todas a plan a la vez y ya sabéis, la unión hace la fuerza, jajaja.

Mientras tanto Antonia y yo empezábamos a recorrer tiendas buscando su estilo, que le gustaba, que le podría quedar bien, hablando de colores, zapatos, pamelas, tocados y demás complementos....


Al principio todo es un lío, es probar y probar, pues luego siempre se quedan con lo que nunca hubieran imaginado, ni de color, ni de tela, ni nada.... como yo digo siempre, la que quiere una pamela al más puro estilo de nuestra infanta Elena en la boda de su hermana pues se la prueba y se da cuenta de que entre ella y un champiñón la única diferencia es que éstos con jamoncito están muy ricos, y sin embargo un tocado con unas poquitas plumas pues les queda de escándalo. Ahora que me doy cuenta; soy un poco bestia con los comentarios jajajaja....

Empezamos por el estilo del vestido o traje; ella quería un traje tres piezas compuesto de falda, blusa y chaqueta, y para mi gusto ese estilo la hacía demasiado vieja, cuando no lo era; pero como mi trabajo no es ser marimandón pues a probarse todos los trajes de tres piezas del mundo mundial.... y claro no le gustaba ninguno, noooormal si parecía mi abuela.

Mientras tanto ahí estaba mi yo metijoso y personal shopper diciéndole:
  •          “te voy a traer un vestido monísimo que he visto”
  •          ella me contestaba: “¡que no! Que con vestido seguro que parezco una foca!!!!
  •          dios que cabezona; venga Antonia es que es tan bonito que me hace ilusión verlo puesto y como yo no soy mujer pues queda feo que me lo pruebe ¿no crees?


Esta técnica va genial para que por lo menos se lo prueben y se lo vean y vayan madurando la imagen.... y al final muchas caen.

Ahora os recomiendo elegir el vestido con sumo cuidado pues eso puede hacer que se vean bien y lo maduren o lo descarten definitivamente.

Os sigo contando..... besitos, ♥ Tony ♥

martes, 14 de mayo de 2013

Tony. Personal Shopper


Voy a comenzar por una presentación, pues todo buen comienzo debe empezar por ésto.

Mi nombre es Anthoni Sendra, aunque prefiero que me llamen Tony. Soy estilista profesional pero he encontrado mi verdadera vocación, pasión y profesión en el mundo de la moda.
Actualmente me dedico a las compras profesionales, soy personal shopper titulado; suelo asesorar sobre moda dependiendo del evento al que vayas a asistir y otras muchas cosas... He decidido lanzarme al mundo de internet por compartir experiencias enriquecedoras y porque al igual que me gusta cotillear en la vida de los otros debo de tener ese puntillo exhibicionista que hace que me gusta que miren en la mía.

Me preguntaréis que es un personal shopper, que hacemos y que bien estar todo el día de compras con un dinero que además no es tuyo; estoy muy acostumbrado a oír: pero ¿te pagan por eso? Aunque no se dan cuenta de la responsabilidad que implica.

Os voy a poner un ejemplo, uno de mis últimos trabajos me ha hecho darme cuenta de la responsabilidad que conlleva este trabajo y la confianza que depositan en ti las clientas.

Mi clienta, una señora de mediana edad, estupenda con una piel maravillosa (me fijo tb en esas cosas, pues como os he dicho con anterioridad soy estilista y eso se lleva en la sangre) vino a mi a través de una amiga que le había dicho que yo le iba a infundir seguridad para ser la madrina de la boda de su hijo, chica que apuro me dió. Pero vi a la señora tan convencida que me dio pena decirle que ese no era mi fuerte y que yo las bodas cuanto más lejos mejor....
La señora la verdad es que estaba estupenda, lo que ocurría es que por circunstancias había engordado unos kilitos y no solo no se sentía segura consigo misma sino que se había aficionado a ir en chándal. Con lo poco que me gustan a mi los chándal, fuera de un gimnasio y hasta dentro de él veo más estilosas unas mallas bien pegaditas.

La verdad es que lo primero que le propuse pues nos quedaban 6 meses hasta la boda era que íbamos a ir a una clínica de adelgazamiento, pues si conseguía quitarse 5 kg, no más, su actitud mental hacia si misma iba a cambiar y mucho.
Lo segundo, fuera el chandal.
Lo tercero, la quería maquillada y con ropa de calle normal, no hace falta grandes lujos ni cosas recargadas, hasta para ir a comprar el pan....
Vamos lo que viene siendo un .... antes muerta que sencilla, jajajaja.
Con eso mi clienta empezaría a recuperar un poco de confianza en si misma para luego realmente hacer mi trabajo.

En qué consiste nuestro trabajo?? pues básicamente en cubrir las necesidades de nuestras clientas en lo que a moda y estilismo se refiere. No podemos, ni debemos imponer nuestra santa voluntad, sino que debemos analizar un poco a nuestro cliente, escucharle, empatizar con él, y cuando sepamos que quiere, entonces debemos de hacer lo posible por conseguirlo. Ahora bien hay que intentar indicarle que le puede quedar mejor, marcarle un estilo pero dejando que su personalidad aflore, seleccionar los colores más favorecedores a su tono de piel, color de ojos, color de pelo... etc.

En mi próximo post os sigo contando, besitos.