Bueno os sigo
contando mi experiencia con el bodorrio...
Lo primero es
que le voy a poner mi nombre en femenino a mi clienta, pues sino me veo que soy
tan despistao que os suelto como se llama.
Mi Antonia,
accedió a ponerse en manos de un médico como os conté para perder esos 5
kilillos y así verse la mar de mona (ya lo era, pero ella necesitaba saberlo o
mejor dicho sentirlo) y además salió de ella salir a caminar por las mañanas
una hora mientras paseaba a su perro con unas amigas de toda la vida.
Les comentó lo
que iba a hacer para la boda de su hijo, que se había propuesto perder unos
kilillos y por eso les pedía que salieran a andar por las mañanas y después
nada de café con churros, que era lo habitual, sino que sería café con fruta o
tostadita de tomate.
Las amigas
encantadas pues se ponían todas a plan a la vez y ya sabéis, la unión hace la
fuerza, jajaja.
Mientras tanto
Antonia y yo empezábamos a recorrer tiendas buscando su estilo, que le gustaba,
que le podría quedar bien, hablando de colores, zapatos, pamelas, tocados y
demás complementos....
Al principio
todo es un lío, es probar y probar, pues luego siempre se quedan con lo que
nunca hubieran imaginado, ni de color, ni de tela, ni nada.... como yo digo
siempre, la que quiere una pamela al más puro estilo de nuestra infanta Elena
en la boda de su hermana pues se la prueba y se da cuenta de que entre ella y
un champiñón la única diferencia es que éstos con jamoncito están muy ricos, y
sin embargo un tocado con unas poquitas plumas pues les queda de escándalo.
Ahora que me doy cuenta; soy un poco bestia con los comentarios jajajaja....
Empezamos por
el estilo del vestido o traje; ella quería un traje tres piezas compuesto de
falda, blusa y chaqueta, y para mi gusto ese estilo la hacía demasiado vieja,
cuando no lo era; pero como mi trabajo no es ser marimandón pues a probarse
todos los trajes de tres piezas del mundo mundial.... y claro no le gustaba
ninguno, noooormal si parecía mi abuela.
Mientras tanto
ahí estaba mi yo metijoso y personal shopper diciéndole:
- “te voy a traer un vestido monísimo que he visto”
- ella me contestaba: “¡que no! Que con vestido seguro que parezco una foca!!!!
- dios que cabezona; venga Antonia es que es tan bonito que me hace ilusión verlo puesto y como yo no soy mujer pues queda feo que me lo pruebe ¿no crees?
Esta técnica va genial para que por lo menos se lo prueben y se lo vean y vayan madurando
la imagen.... y al final muchas caen.
Ahora os
recomiendo elegir el vestido con sumo cuidado pues eso puede hacer que se vean
bien y lo maduren o lo descarten definitivamente.
Os sigo
contando..... besitos, ♥ Tony ♥