Perdonar
por no haber escrito nada desde hace tiempo pero es que estoy emocionaito con
un ligue que me roba el sentío, el tiempo, las ganas de pensar en el trabajo y
otras muchas cosas que queda feo decirlas aquí, jajajaja.
Bueno
he de decir que lo he conocido en el gym al que acudo. La culpa de que me
fijara él y de que esté muy ilusionado
la tiene Antonia; ahora que me doy cuenta,
yo le he arreglado la boda y ella a mi un lío sentimental..
Os
cuento un poquillo, (si es que tengo una faceta exhibicionista que no puedo con
ella)... Hace unos meses cometí el grave error de liarme con una clienta, (no
se os ocurra a no ser que tengáis las cosas muy claras, que yo ya lo he vivido
en mis carnes y no es agradable) y la verdad no es que me gustara en exceso
pero era graciosa, divertida, nos reíamos un montón y con las compras nos
poníamos el mundo por montera. Me encantaba de ella que tenía un cuerpo
excelente y que todo le sentaba como un guante, imaginaros lo fácil que era mi
trabajo con ella...
Noelia
(no es su nombre real , por supuesto) empezó a solicitar que comprara con ella
cada vez de forma más habitual y al principio era muy divertido pues nos
aconsejábamos sobre cosméticos, ropa, colores y hasta de viajes, unas botas cowboy, unas botas camperas, libros y todo
lo que se pueda imaginar... vamos que al final, como diría mi abuela, más
amigos que gorrinos.
Salíamos
de compras más a menudo, de copas, a tomar café y no me di cuenta que caí en el
mayor de los errores que es confundir trabajo con amistad o algo más... Ella
quería estar conmigo, no digo que fuera nada serio y más porque conocía a la
perfección mi tendencia sexual pero le atraía lo desconocido, también es cierto
que encajamos a la perfección pero cuando la cabra (o sea yo) tira al monte,
imaginároslo. No sé cómo, o mejor dicho si lo sé, me convenció de que podía ser
divertido que probara otra opción, algo nuevo para mi. Quedamos en que sería una
no relación con derecho a roce, si nos apetecía, en la que no habría
reproches, citas forzadas, cenas o comidas familiares o con amigos, vamos nada
de nada; una modernidad que como dos idiotas nos pensábamos que podríamos
sobrellevar.
Antonia
que conocía perfectamente por donde andaba el tajo, pues se lo contaba cuando
quedábamos para las pruebas de los vestidos (es muy buena consejera a nivel
sentimental y ahora una amiga, y ya de paso pues me ahorro ir al psicólogo o
psiquiatra) me dijo que me estaba equivocando de todas todas pues esas cosas
modernas de los jóvenes nunca salen bien, y tenía razón....
Antonia
y hasta su hijo alucinaron en colores uno de los últimos días de la prueba del
vestido, de cómo esta chica se había colado por
mi; un tío normal y corriente con una pluma que me adorna considerable
sin nada especial que destacar. Por cierto el hijo de Antonia guapo guapo
guapo, vamos que no me hubiera importado que el que se hubiera colado por mi
fuera él jajajaja....
Besitos (a ellas y a ellos), ♥ Tony ♥
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